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Cuando la gente pregunta cómo se puede modificar o anular el funcionamiento normal de un navegador casi siempre se debe a falta de habilidad para programar. Pensar que para solucionar el problema que tienen hay que modificar o anular el funcionamiento normal de un navegador es un acto de mediocridad y un claro indicio de un diseño defectuoso en el sitio web que están haciendo.
Pues no, el navegador del usuario es "sagrado". A nadie le gusta visitar un sitio que de pronto no funciona como uno espera, o que de repente tu propio navegador deja de hacer lo que uno está acostumbrado. Ningún sitio medianamente serio hace tal cosa porque saben que las cosas "raras" asustan a los usuarios y los sitios que lo hacen están condenados a fracasar.