Para probarlo, cambiaron la forma en que Opera se identificaba en la Web. En efecto, si el programa fingía ser Internet Explorer, el sitio se visualizaba perfectamente.
A partir de entonces, esta identificación - declarada en una pequeña línea de código antes de acceder a un sitio Web - se mantuvo como una forma de asegurar la compatibilidad del navegador con sitios poco amigables. Sin embargo, a dos años de su implementación, ha hecho mella en las estadísticas de uso de Opera, sumando sus usuarios a los Internet Explorer.
Por este motivo y desde su versión 8.02, Opera volverá a identificarse como tal por defecto, ofreciendo individualmente a los usuarios la posibilidad de 'disfrazarse' como Internet Explorer en caso de incompatibilidad.
Según datos de junio entregados por la empresa de investigación NetApplications, Opera actualmente posee el 0.59% de las preferencias de los usuarios, contra un 8.71% de Firefox. El resto pertenece casi en su totalidad a Internet Explorer.
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