Lo anterior lleva a suponer que IBM en algún momento se planteó la siguiente interrogante: ¿Por qué pagarle a colaboradores altamente calificados cuando el mismo tipo de colaboradores está dispuesto a ayudar sin cobrar?
En una reciente rueda de prensa, Adam Jollans, director estratégico de la división Linux de IBM, confirmó que el esquema anterior representa un cierto ahorro para la compañía. Sin embargo, recalcó que el ahorro es rápidamente absorbido y excedido por el gasto de la compañía en el concepto del código abierto.
“Básicamente, se trata de que IBM apuesta concientemente por el código abierto. La cifra de dos millones se refiere a la cantidad de descargas registradas de software gratuito desde nuestro sitio para desarrolladores. Gran parte del software consiste de herramientas de desarrollo de programas para la plataforma Linux”, indicó Jollans.
Consultado sobre si acaso esta apuesta por Linux implica abandonar en cierta medida la formalidad con que todos identifican a IBM, Jollans señaló que “Nos vemos en la necesidad de movernos al ritmo de nuestros clientes. El mundo ya no es como en su momento se perfiló para IBM: Antes se podía encapsular a los clientes con nuestras soluciones, esperando que cada dos años compraran las actualizaciones correspondientes. Ahora, los clientes se niegan a esperar a un gran proveedor cuando desean desarrollar su sistema o modificarlo. Los clientes desean tener el control”.
Jollans asegura ser parte de una revolución: “Actualmente, Linux tiene el 37% del mercado para servidores, por lo que ya está alcanzando una nivel crítico. Algunas grandes producciones de Hollywood, entre ellas Shrek y Monsters Inc. fueron producidas con Linux. El gobierno alemán recientemente anunció que toda la administración pública migrará hacia Linux”.
“Y aunque Linux sólo está instalado en el 1.6% de los PC para usuarios únicos, a escala mundial, creo que Linux también aumentará su presencia en ese mercado. Actualmente, Linux puede realizar las mismas funciones que Windows, incluyendo tareas multimedia”.
Jollans precisó que IBM no aspira a desarrollar una distribución propia de Linux, en competencia con actores establecidos como Red Hat y SUSE. Esto se debe a que IBM ha decidido no volver a desarrollar aplicaciones. “IBM vivirá del hardware, con soluciones de software integradas para el sector corporativo e institucional”, concluyó el alto ejecutivo.