La compañía coreana Samsung y Apple han decidido poner fin a su particular guerra por las patentes de teléfonos móviles inteligentes y tabletas electrónicas que dura desde principios de 2011. Este acuerdo, por eso, solo afecta a los litigios que ambas empresas tenían por sus diferentes puntos de vista, para los productos de fuera de EEUU.
El hecho de que ambas empresas hayan acortado sus beneficios y que los juicios resulten extremadamente caros hace que quizás por eso se lo piensen dos veces antes de iniciar un proceso judicial que en el contexto legal les perjudica mucho más de lo que les beneficia.
En un comunicado emitido por ambas empresas solo se explica que dicho acuerdo no conlleva ningún pacto en tema de licencias y ambas compañías seguirán pleiteando en los casos abiertos en tribunales de Estados Unidos. Quedan excluidos los procesos pendientes en otros países como Japón, Alemania, Corea del Sur, Italia, Francia, Australia o Reino Unido.
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