El ingreso de Microsoft al mercado de las consolas para juegos ha estado caracterizado por un nivel decepcionante de ventas y una dura guerra de precios con Game Cube de Nintendo y PlayStation 2 de Sony. De hecho, Microsoft pierde 150 dólares cada vez que una consola Xbox es vendida al usuario final.
Ahora, el competidor Nintendo ha decidido contribuir a que las pérdidas de Microsoft se conviertan en superávit. Mediante un acuerdo suscrito por Microsoft con la compañía estadounidense THQ, los juegos de Xbox serán adaptados con el fin de poder ser ejecutados en Game Boy Advance de Nintendo.
THQ informa que el primero de los juegos Xbox para Game Boy será introducido al mercado a mediados de 2003. La compañía pagará una comisión de licencia por cada juego vendido.
Todo indica que Microsoft eligió a Game Boy debido a que el riesgo de que esta máquina compita con Xbox no es demasiado grande. Game Boy es una máquina de bolsillo, con pantalla pequeña y calidad limitada de presentación gráfica.