La compañía de Redmond ha anunciado que el próximo 12 de enero dejará de dar soporte a Internet Explorer en sus versiones 8, 9 y 10. Esto implicará que Microsoft ya no creará nuevas actualizaciones de seguridad para dichas versiones lo que supondrá un peligro para la privacidad de los usuarios y la integridad de los ordenadores con estas versiones instaladas.
Para evitar males mayores, Microsoft se ha apresurado a recomendar que aquellos usuarios que dispongan de versiones antiguas del navegador se instalen cuanto antes la versión 11 para mantener sus datos más seguros.
Cabe explicar que para aquellas empresas que dependan de las versiones afectadas, Microsoft facilitará herramientas para desarrolladores.
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