Para Samsung, la pesadilla no ha hecho más que comenzar. Después de haber reemplazado los modelos de Galaxy Note 7 que lanzó a finales de agosto al mercado, ahora podría estar en la situación de tener que volver a retirarlos del mercado. Todo el revuelo se ha producido después de que un Galaxy Note 7 cambiado y marcado como seguro se haya incendiado dentro de un avió esta pasada semana.
Según unas declaraciones hechas en Bloomberg por la ex directora ejecutiva de la agencia del consumidor estadounidense, "Si el dispositivo que ha ardido, es uno de los teléfonos sustituidos, aseguro que habrá otro retiro. No suena bien".
Según ha explicado el propio dueño del dispositivo, el teléfono era efectivamente uno de los nuevos Note 7, que contaba con el indicador de la batería en verde y estaba identificado en la caja. Asimismo, si se introducía el IMEI del terminal en la web oficial de Samsung, el dispositivo aparecía como seguro.
Si los nuevos casos de combustión espontánea, se llegan a confirmar, Samsung debería volver a parar la fabricación y venta de dicho dispositivo y reemplazar otra vez los modelos ya cambiados.
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