El MWC cerró su última edición con un nuevo récord de participantes, 108.000 profesiones, lo que supone un 7% más que el año anterior. El éxito conseguido va más allá del impacto en el sector de las telecomunicaciones y la telefonía móvil ya que ha conseguido dejarse notar en el empleo y la movilidad.
El MWC ha celebrado una de sus ediciones más tranquilas de los últimos años ya que no ha coincidido, como ocurrió el año anterior, con paros en el transporte público. Se ha conseguido transportar a los participantes del evento hasta el recinto de Fira de Barcelona situado en Hospitalet de Llobregat sin mayor problema.
En esta edición, las novedades de las firmas participantes no ha acaparado tanto la atención de los profesionales como en pasadas ediciones. Sin ir más lejos, la compañía Samusung, uno de los gigantes del sector, no ha presentado la última versión de su teléfono insignia, el Galaxy S8.
Los responsables calculan que el impacto económico de esta edición rondará los 465 millones de euros y a nivel de ocupación, se han creado más de 13.200 puestos de trabajo temporales.
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