Los cambios fueron detectados en Australia, donde hackers de Xbox descubrieron alteraciones menores en los circuitos, que muy probablemente impedirán usar un gran número de los modchips, que son soluciones que hacen posible eludir los sistemas de seguridad instalados originalmente en el hardware. También se ha modificado la BIOS que elimina el ventilador que anteriormente debió ser usado para enfriar el procesador Nvidia de la consola.
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