Según informa la revista Nature, estos nanochips poseen elementos de circuitos en tan sólo unas cuantas moléculas de espacio, por lo que son diez veces más pequeños que los chips de última generación actuales. En términos de almacenamiento, esto podría traducirse en un ordenador de 4.000 gigabites de memoria.
Nature explica que los fabricantes de chips están preocupados por el futuro ya que, en las actuales plantas de fabricación, los elementos del circuito en estado sólido se graban en la superficie de una placa de silicio mediante litografía (un proceso que se parece a la exposición de una película fotográfica que después se revela).
El sistema permite a los fabricantes trabajar en escalas de entre 100 y 150 nanómetros, la habitual en chips de actual generación, como el Pentium 4. Pero el coste de fabricación está aumentando y no está claro si se podrá extrapolar esta tecnología muy por debajo de los 50 nanómetros, indican los autores del estudio.
Estos investigadores han empleado los últimos cinco años combinando la litografía y el auto-ensamblaje en una técnica híbrida denominada 'templado' o 'dirigido'. La base es la utilización de técnicas de litografía para alterar químicamente la superficie de una placa estándar de silicio.