"En los últimos cinco años se han multiplicado las ventas en Internet y, sin embargo, todavía podemos detectar operaciones que carecen de la seguridad y medidas de control necesarias para evitar que el usuario sea víctima de un engaño", se afirma en el comunicado de la UCE. Las adquisiciones a través de comercio electrónico tienen varios inconvenientes, entre ellos el no permitir al comprador comprobar la calidad del producto y el estado en que se encuentra, en ocasiones carecen de los sistemas de distribución adecuados, por lo que el producto se pude deteriorar en el transporte.
La falta de información sobre el domicilio físico de la empresa o del vendedor dificulta los canales de reclamación y genera incumplimientos, especialmente cuando los vendedores son de otro país.
Otro peligro es el uso ilegítimo de la información personal o bancaria, que enviamos a través de la red, sobre todo porque se puede vender, ceder a otras empresas o utilizar de forma fraudulenta.
Hay que recordar que la recogida, grabación, conservación y cesión de nuestros datos personales a terceros por parte de la empresa con la que contratamos, precisa del consentimiento del consumidor.
La Unión de Consumidores de Castilla-La Mancha-UCE recomienda extremar las precauciones en las compras por Internet, desconfiar de los cuestionarios que ofrecen regalos a cambio de datos y acudir a páginas web seguras. El comprador debe elegir siempre el pago contra reembolso y evitar, si es posible, facilitar datos bancarios. La opción de pagar al recibir el envío, salvaguarda los intereses de los consumidores, pues sólo cuando vemos el estado en el que llega el producto y verificamos que su calidad y condiciones coinciden con la oferta, formalizamos la operación. En la compra o contratación de servicios por Internet, la UCE recomienda comprobar la identidad y domicilio social del proveedor, las características del producto, el plazo de validez de la oferta, las formas de pago, la modalidad de entrega y el precio total de la compra, incluyendo los gastos de envío.
El contrato se entiende celebrado en el lugar en el que el comprador tenga su residencia habitual, y sólo será válido cuando éste dé su consentimiento expreso. El consumidor no debe facilitar más datos que los estrictamente necesarios, además debe ser informado por el vendedor de su derecho a desistir de la compra en el plazo de siete días, y junto al producto, debe recibir toda la información sobre el mismo con documento de desestimiento, factura, y garantía. Es importante evitar comprar en países no pertenecientes a la Unión Europea puesto que éstos no tienen la obligación de respetar las leyes comunitarias ni se podrá recurrir a la Red Europea para la resolución judicial de conflictos de consumo.