Los spammers comenzaron a intimidar a los clientes con mensajes que les instaban a abandonar la compañía. Después, un ataque de denegación de servicio, una oleada de visitas a la página de Blue Security, tumbó el sitio. Blue Security volvió a levantar su web, pero el hacker ruso PharmaMaster, realizó un nuevo ataque utilizando decenas de miles de ordenadores zombies, y amenazó con un mensaje que advertía: o Blue Security cierra, o sus clientes se verán inundados de mensajes cargados de virus.
Blue Security se ha visto obligada a cerrar y Eran Reshef, dueño de la compañía, ha declarado que "era el único modo de evitar una ciberguerra a gran escala que no tenemos la autoridad de iniciar".