Está de sobras demostrado que en Internet hay ordenadores plagados de reconocidas “lagunas” de seguridad que pueden ser explotadas por los piratas informáticos. Debido a eso es muy conveniente persuadir a las compañías que usan Internet para remediar sus agujeros de seguridad. Los virus se propagan en cuestión de minutos.
Cientos de ordenadores pueden ser movilizados para lanzar asaltos coordinados. Esto significa que el que tenga ordenadores conectados a Internet se enfrentará a dos cuestiones de seguridad distintas, pero relacionadas entre sí. La primera es mantenerse a salvo, proteger la información del robo o la destrucción, y asegurarse de que sus sistemas no puedan ser incapacitados. La segunda consiste en tomar medidas para que sus sistemas no sean utilizados subrepticiamente para atacar a otros.
Por ese motivo el Instituto Sans, grupo de investigación en seguridad, dio a conocer una lista de 20 lagunas cruciales en la seguridad de la Oficina Federal de Investigaciones y la Agencia Nacional de Seguridad, así como representantes de los sectores empresarial y académico.
Según declaraciones de Alan Paller, director de investigación de Sans, “un ataque serio a Internet podría interrumpir todo tipo de servicios en el mundo real”.
Cabe destacar que Internet nació en Estados Unidos, pero evolucionó hasta convertirse en una Red global. El ciberespacio es una tierra sin fronteras, por lo que mejorar su seguridad podría requerir el bloqueo a usuarios, o incluso a naciones enteras, que no cumplan con las normas establecidas.