La filial de la Oficina de Publicidad Interactiva (OPI) en el Reino Unido dijo que las compañías británicas podrían perder 187 millones de libras esterlinas (272,1 millones de dólares) si la norma es ratificada.
"Las 'cookies' han sido señaladas como herramientas de espionaje, como una clase de software subversivo (...) pero es lo que usamos todos los días", dijo Danny Meadows-Klue, presidente de la OPI en el Reino Unido.
La OPI ha ganado apoyo de sus miembros en toda Europa para lanzar una campaña de gestiones de alto nivel llamada "Salvemos nuestras cookies".
Meadows-Klue admitió que el nombre de la campaña suena un poco infantil, pero dijo que las consecuencias de la norma que considera la Unión Europea son serias, incluyendo pérdida de puestos de trabajo en el ya golpeado sector empresarial de la Internet.
El ejecutivo de publicidad sostuvo que la abolición de las "cookies", una tecnología que data de los primeros programas de la Internet y fue introducida por los programas de navegación, podría tener un impacto adverso en el comercio electrónico y en la publicidad "online".