El efecto en cadena se propagó a Twitter donde la gente buscaba información de lo que estaba sucediendo con Gmail. A punto estuvo de colapsar este servicio. Pero se recuperó. Lo que no se recuperaba era Gmail. Y no lo hizo hasta casi dos horas más tarde.
Tras la reanudación del servicio Google informó en su blog que una rutina de mantenimiento del servidor - que curiosamente tenía por objeto evitar los cortes del servicio provocó una “sobrecarga” en algunos routers repercutiendo sobre el resto del sistema. Esta transferencia de la carga afectó el resto de los routers causando otra sobrecarga.
En pocos minutos casi todos los routers estaban sobrecargados. " Así, después de los primeros servidores pocos conked fuera, provocó un efecto dominó y toda la cosa se cayó.
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