Se ha confirmado a través de la jueza estadounidense el pago de la multa de 22 millones de dólares impuesta a Google por el caso del espionaje a usuarios de Safari a través de cookies. Dicha multa fue impuesta este pasado verano siendo la más elevada nunca antes impuesta a una única compañia. A principios de año acusaron a Google de espiar usuarios de Safari mediante el control de las cookies de Safari. La compañía aprovechó un software que le permitía monitorizar las actividades de los usuarios consiguiendo así datos útiles para el posterior envío de publicidad.
Según un artículo publicado en el The Wall Street Journal, Google, junto a otras empresas de publicidad consiguieron saltarse las configuraciones de seguridad de millones de usuarios que utilizaban Safari. El investigador Jonathan Mayer hizo saltar la alarma al percatarse de tal actividad ilegal.
Finalmente, en julio de este año, Google y la Comisión Federal del Comercio llegaron a un acuerdo por el que la primera pagaría en concepto de indemnización la cuantiosa cantidad de 22 millones de dólares. Esta semana la jueza Susan Illiston ha aprobado el pago de dicha multa.
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