La Comisión europea ha impuesto una multa de 560 millones de euros a Microsoft por haber incumplido su compromiso de incluir en Windows una opción que permita a los usuarios instalar otros navegadores. Esta es sin duda la primera de las sanciones que la CE impone a una empresa por no cumplir los compromisos asumidos para corregir una clara posición dominante en el mercado.
En 2009 se tomaron medidas e impusieron a Microsoft la obligación de permitir a los usuarios elegir navegador en su sistema Windows como medida correctiva en base al expediente abierto por abuso de posición dominante. Dicha obligación estaba vigente hasta 2014 y pretendían que la empresa de Redmond no expulsara del mercado a sus rivales en cuanto a navegadores se refiere.
En los informes emitidos por la CE se sostiene que Microsoft no incluyó la pantalla de elección de navegadores en el Service Pack 1 de Windows 7 que se puso a la venta en febrero de 2011. Microsoft argumenta que los hechos se han atribuido a un error técnico.
El historial de multas impuestas a Microsoft por abuso de posición dominante asciende ya a tres con un importe de 1.700 millones de euros, aunque en este caso pretenden dar ejemplo con esta sanción ya que podría llegar al 10% del volumen de negocios de la compañía.