Al final la confusión ha llegado a tal punto que los usuarios de Android no saben si hay que pagar la cuota anual, si han decidido eliminarla o si ha sido simplemente un error en las actualizaciones de la aplicación. Durante los últimos días se ha generado un gran revuelo en torno a este tema. El origen de la polémica se arrancó hace unos días cuando la compañía anunciaba que su popular herramienta dejaría de ser gratis para los usuarios de Android, Windows Phone y Blackberry.
Desde un principio en la página web de la aplicación se expresaba con claridad que los usuarios de Android podrían disfrutar gratis de la aplicación únicamente durante un periodo de un año. A partir de ese periodo, considerado por la compañía como de prueba, los usuarios podrían contratar el servicio previo pago de una cuota anual de 75 céntimos de euro. Las primeras confusiones llegaron cuando los primeros usuarios a los que se les requería la actualización correspondiente pudieron comprobar que no se les exigía ningún pago por actualizar la aplicación.
Ante el revuelo generado durante los últimos días, el fundador y consejero delegado de Whatsapp, Jan Korum, ha decidido cortar de raíz la polémica y ha desmentido con rotundidad que la empresa vaya a cambiar su política, desmintiendo la gratuidad de la aplicación para las plataformas Android, Windows Phone y BlackBerry.
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