Todo ha cambiado y evolucionado desde que, en la pasada década, Microsoft lanzase Windows XP y Office 2003. El hardware es más asequible, los dispositivos son más pequeños, los sistemas operativos más rápidos y los teléfonos móviles sirven para mucho más que para llamar. Además, también ha cambiado la forma en la que trabajamos: actualmente necesitamos la movilidad en el trabajo y somos mucho más “sociales”. Aún así, pese a todos estos avances, según muestra Stat Counter, casi el 21% de los ordenadores de todo el mundo siguen usando Windows XP.
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actualicen sus equipos a Windows 8.1 y Office 365. A partir del 8 de abril de 2014, Microsoft ya no proporcionará actualizaciones de seguridad para Windows XP y Office 2003, y no recibirán soporte técnico de la compañía.
Por supuesto, la tecnología no el lo único que ha cambiado en la última década. El escenario es totalmente diferente y los clientes y los empleados también han evolucionado. Según una reciente encuesta realizada a más de 1.400 personas, uno de los factores a la hora de evaluar a una empresa está relacionado con la tecnología que utiliza. De hecho, casi las dos terceras partes de los encuestados indicaron que una pequeña empresa se percibe como desfasada si el sistema operativo o sus ordenadores tienen una antigüedad de entre 5 y 10 años.
Aunque dar a los clientes y empleados lo que requieren es un gran motivo para que las compañías apuesten por mejorar sus sistemas, es solo uno de los beneficios que las empresas reciben cuando actualizan su tecnología.
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