Los despidos se producen como resultado de la constante reducción en la demanda internacional de PC y, con ello, de microprocesadores. Las ventas durante el segundo trimestre fueron inferiores a las expectativas del mercado.
Durante el segundo trimestre, Intel facturó por 620 millones de dólares, en tanto que los analistas habían pronosticado un resultado del orden de los 750 millones de dólares.
El nivel de ganancias cayó en aproximadamente 25% en relación con el mismo período del año anterior, en que la compañía obtuvo beneficios por 854 millones de dólares.
Luego de descontadas las pérdidas por inversión bursátil, las cifras se ven algo mejor para Intel. El resultado neto para el segundo trimestre fue de 446 millones de dólares, cifra considerablemente superior a los 196 millones de dólares del mismo período de 2001.
El año pasado, 7.000 personas perdieron sus empleos en Intel. Después de la actual ronda de despidos, la compañía tendrá una plantilla de 79.000 empleados.