“El uso de software pirata no es un delito, al menos no cuando los programas son usados con fines educacionales”, opina el ministro de comercio de Malasia, Tan Sri Muhyiddin, en una entrevista con la publicación Star Online. A juicio del secretario de Estado, la sociedad debería despenalizar el uso de software usado en escuelas e instituciones de servicio social.
El razonamiento del ministro es que al facilitar el acceso al software, aunque este sea ilegal, se estará fomentando el uso de la informática entre los estudiantes del país. A su entender, no existe una mayor contradicción en que los futuros informáticos malayos aprendan desde el comienzo que la reproducción ilegal de software es algo aceptable e incluso autorizado por las autoridades.
En la misma entrevista, Muhyiddin asegura que su gobierno combatirá enérgicamente el uso de software pirata en el sector corporativo del país, como asimismo a quienes copien programas con fines de lucro.
Según una reciente investigación de Business Software Alliance, los países del sudeste asiático se han convertido en un centro global de producción de software ilegal. El ministro asegura que su gobierno cooperará con BSA para remediar tal situación, al menos en Malasia.
Durante los últimos dos años, Malasia ha reducido el volumen de software pirateado de un 70% a un 60%. El país aspira a reducir aún más tal porcentaje, excepto en el sector educacional, según planteó el propio gobierno por conducto de su ministro.