Hace un año, el correo electrónico masivo no solicitado, popularmente conocido como spam, ocupaba el 8% de los correos que circulaban por Internet. En la actualidad, el correo no solicitado que circula por Internet asciende al 36% del total.
El correo electrónico no deseado ocasiona enormes pérdidas al sector corporativo. La consultora Gartner ha estimado que una compañía con 10.000 empleados incurre en gastos extraordinarios del orden de los 13 millones de dólares anuales debido al e-mail innecesario.
A la contra, las compañías desarrolladoras de software antispam aumentan cada vez más su facturación con los crecientes índices de correo no solicitado que, en la práctica, ha resultado imposible de contener.
Ante tal amenaza, numerosos países han llegado a legislar sobre la materia. En marzo pasado, la UE presentó una propuesta de modificación de las condiciones jurídicas, marco para las redes y servicios de comunicación.