Windows 10, disponible en más de 300 millones de dispositivos, dejará de ser gratuito para los usuarios que dispongan de Windows 7 y 8.1 instalado. Los usuarios ya no podrán actualizar gratuitamente su sistema operativo.
Así lo ha publicado Microsoft en su blog oficial y anima a los usuarios a actualizarse gratuitamente antes de tener que pagar por dicha actualización a partir del próximo 29 de julio de 2016. A partir de esta fecha su coste será de unos aproximadamente 119 euros.
La compañía ha querido hacer coincidir el primer aniversario del sistema operativo con el anuncio de su pérdida de gratuidad. No ha trascendido el motivo real por el cual Microsoft ha decidido limitar la opción de actualizarse gratuitamente.