Con apenas una semana de vida, Pokémon Go ya ha copsado el interés de muchos usuarios. De echo el 5% de los dispositivos móviles estadounidenses ya tiene el juego instalado y la compañía ha conseguido en una semana aumentar su valor de mercado en un 40%, además de que haya aparecido en cientos de publicaciones de países donde ni siquiera todavía está disponible.
Pero este arranque tan exitoso también ha traído las primeras quejas de los usuarios. Se trata del eterno problema de la privacidad. Los desarrolladores del juego, Niantic Labs, lanzaron a mediados de la semana pasada la versión 1.0.1 para iOS. Dicha actualización ya no permite tener acceso completo a los datos de la cuenta de Google de cada jugador, sino que limita a dos los permisos requeridos para bajarse el juego. Uno es conocer la identidad del usuario y el otro la dirección de correo electrónico.
La actualización llega poco después de que varios usuarios de iPhone vieran innecesario a la par que peligroso dar acceso completo a un juego utilizado por millones de personas. Según Google el acceso completo permitía a la aplicación ver y modificar casi toda la información de tu cuenta de Google.
La compañía Niantic reconoció a mediados de semana que se trataba de un error de programación y que ya habían iniciado las acciones para solucionarlo. Al día siguiente estaba disponible la nueva actualización.
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