
Después de los repetidos casos de combustión de Galaxy Note 7, la compañía ha anunciado oficialmente la suspensión la fabricación de su dispositivo y ha pedido a los consumidores que disponen de uno, que no lo enciendan por seguridad.
Los sucesos acontecidos en los últimas semanas ha hecho que la Bolsa de Seúl se hundiera y las acciones de la compañía sufrieran una caída del 8%, dañando así la salud financiera de Samsung.
La empresa ha emitido un comunicado donde explicaba: "Para garantizar la seguridad de nuestros consumidores hemos parado las ventas y los reemplazos de Samsung Galaxy Note7 y, consecuentemente, hemos decidido parar la producción permanentemente".
La autoridad estadounidense de protección del consumidor se ha congratulado de la decisión.