
A falta de un día para cumplirse el plazo que dio la Comisión Europea para que Google respondiera a los cargos por el caso Android, éste último ha salido al paso para rechazar las acusaciones por supuesto abuso de posición dominante alegando que con su plataforma fomenta la competencia y no obliga en ningún caso a los fabricantes a incorporar aplicaciones predeterminadas en sus smartphones.
La Comisión Europea inició en abril de 2015 una investigación y acusó a Google de posible abuso de posición dominante en el caso de su sistema operativo Android.
El vicepresidente de Google Kent Walker argumenta que "Android no ha perjudicado a la competencia". También asegura que "El ecosistema de Android equilibra cuidadosamente los intereses de usuarios, desarrolladores, fabricantes de hardware y operadoras de redes móviles. Android no ha causado daños a la competencia, sino que ha hecho que aumente".
El gigante tecnológico asegura que "No lo vemos así. Y parece que tampoco lo ve Apple. Ni los fabricantes de teléfonos. Ni los desarrolladores. Ni los usuarios. De hecho, el 89% de los encuestados para el estudio de mercado hecho por la Comisión confirmó que Android y Apple compiten. Ignorar esta competencia entre plataformas es ignorar la principal característica que define el entorno actual de los smartphones"