Samsung Electronics ha decidido incorporar una división de Sony a sus proveedores de baterías, pensando en su modelo insignia, el Galaxy S8. Según fuentes cercanas, el mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo usará las baterías de iones de litio de Sony en un intento desesperado de evitar a toda costa repetir la retirada sin precedentes de un dispositivo (el Note 7) que realizó en 2016.
El incidente, le costó a la compañía unos 5.000 millones de euros y llevó a su cese de producción en tan solo 2 meses. Hasta la fecha, Samsung Electronics contaba con dos proveedores, Samsung SDI y Amperex Technology, filial esta última del fabricante japonés de piezas electrónicas TDK. Según han explicado ya habría informado a las mismas de la incorporación de un nuevo proveedor.
La compañía nipona se inició en la fabricación de baterías en 1975 y con constancia y esfuerzos se convirtió en la primera compañía a nivel mundial en comercializar baterías de iones de litio en 1991, pero en los últimos años ha visto como perdía su ventaja competitiva frente a competidores surcoreanos.
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