
IBM ha anunciado que ha empezado a trabajar y construir los primeros ordenadores cuánticos universales. La compañía ha asegurado que sus IBM Q superaran en capacidad y velocidad de cálculo a los supercomputadores más potentes actualmente en funcionamiento, y de largo.
Para entender la computación cuántica hay que hacer casi con la física cuántica. Primero, hay que resetear nuestros cerebros y arrinconar las nociones de física clásica. Las partículas, a nivel subatómico, tienen una serie de propiedades complejas que se escapan a la lógica convencional. La superposición cuántica, por ejemplo hace referencia a la capacidad que tiene un electrón de tener varios estados de forma simultánea.
Los bits, tal como los conocemos operan la información en dos estados que son ceros o unos, pero con los segundos, además de ceros y unos pueden presentar ambos valores a la vez. Las consecuencias prácticas son que, mientras la suma de más bits a una máquina aumenta linealmente su capacidad de gestionar la información, la suma de qubits aumenta de forma exponencial.