
Un estudio realizado por Kaspersky Lab y B2B Internacional concluye que un banco pierde alrededor de 926.000 euros en cada incidencia de ciberataque que sufre.
El incidente que mayor coste les supone son las amenazas que se aprovechan de las vulnerabilidades de los point-of-sale, es decir de los sistemas de puntos de venta. Dichos incidentes pueden generar unas pérdidas valoradas en 1.800.000 euros. El segundo incidente más relevante son los ataques sobre smartphones que suponen un coste de un millón y medio de euros. Le siguen los ataques dirigidos con 1.200.000 euros.
En este sentido, el 63% de las organizaciones creen que únicamente cumpliendo la legislación no es suficiente para garantizar la seguridad. Incrementar la inversión en seguridad parece algo inevitable para las entidades financieras y ésto, se refleja en un 83% de ellas que están pensado seriamente incrementar sus presupuestos de seguridad TI.