Esta semana, la compañía Qualcomm ha anunciado su intención de lanzar una versión de su procesador Snapdragon 835 para integrarlo en ordenadores con Windows. El Snapdragon 835 actualmente forma parte del cerebro del Galasy S8 y es el chip más potente y avanzado de la compañía por el momento. Se comenta que es capaz de ejecutar sin problemas Windows 10.
Los avances en el desarrollo de procesadores ARM, procesadores pensados para smartphones, los han convertido en una opción más que interesante para muchas compañías como Lenovo, Asus o HP, que ya han anunciado estar trabajando en sistemas con Snapdragon.
Si la opción de usar procesadores móviles permite la reducción del espacio para componentes clave dentro de los ordenadores, los fabricantes verían con buenos ojos utilizar ese espacio para dotar a los equipos con batería mayores o incluso para reducir el grosor de los portátiles, que ya de por sí están alcanzando dimensiones mínimas.
En el pasado la compañía Microsoft ya intentó introducir los procesadores ARM en sus ordenadores con una versión de Windows llamada Windows RT. En ese momento fue un fracaso debido a la falta de aplicaciones y a lo limitado que estaba el RT. En esta ocasión, si la idea es llevar una versión completa de Windows a esta clase de procesadores, las cosas podrían ser muy diferentes.