Según ha trascendido, la empresa china Foxconn, una de las principales manufacturadoras de los productos de la compañía de la manzana, Apple, se encuentra en el punto de mira de las autoridades estatales. Al parecer la fábrica habría contratado estudiantes en prácticas durante 3 meses para la fabricación del nuevo smartphone de la compañía, el iPhone X.
Se especula en que los alumnos habrían estado trabajando 11 horas diarias ensamblando dichos terminales. Uno de los estudiantes ha explicado que "La escuela nos obliga a trabajar aquí, pero el trabajo no tiene nada que ver con nuestros estudios". Por parte de Foxconn y Apple se asegura que los estudiantes habrían estado trabajando de forma voluntaria y que además habrían sido remunerados por ello.
Parece ser que no es la primera vez que la opinión pública conoce que en dichas fábricas se utilizan este tipo de prácticas. Sin ir más lejos, en 2012, tres plantas de la misma compañía reportaron problemas de seguridad y sanidad de sus trabajadores, que en su día eran obligados a hacer horas extra.
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