
La compañía de la manzana ha reconocido y explicado que sus modelos de iPhone 6, 6s, SE y 7 incorporan un algoritmo que ralentiza su rendimiento cuando el procesador alcanza picos de alta velocidad y potencia y evita así que el dispositivo se apague de forma repentina. Dicha función responde a la problemática del envejecimiento de las baterías que pueden incrementar el riesgo de que esto suceda.
Después de que los rumores sobre el rendimiento de los antiguos dispositivos de Apple salieran a la luz, la compañía ha admitido en varias páginas web estadounidenses la existencia de esta función.
Un usuario aseguró que su iPhone 6 mejoró considerablemente su rendimientos después de reemplazarle la batería. Además, pruebas realizadas por el desarrollador John Poole en la plataforma Geekbench, certificaron las bajadas de rendimiento en los iPhone 6s y 7 a partir de las versiones 10.2.1 y 11.2.0.
Apple ha argumentado que las baterías de ion litio son menos capaces de cubrir picos de demanda de corriente en condiciones como el frío o el envejecimiento por el uso y como consecuencia los dispositivos pueden apagarse de forma inesperada para proteger sus componentes.