A finales de la semana pasada informaron de la desaparición de 430 millones de euros de la criptomoneda NEM. Fue el propio operador que a última hora del viernes y después de suspender su cotización y operaciones, dio la noticia. Después de una jornada repleta de rumores en el mercado, Coincheck anunciaba la detección de un acceso no autorizado a su sistema la madrugada del viernes.
Una vez anunciada la desaparición de las criptomonedas, los responsables de la casa de cambio reportaron el caso a la Agencia Japonesa de Servicios Financieros y detuvieron todas las operaciones de forma temporal. La medida adoptada afectó a la venta, emisión o retirada de NEM. La agencia Kyodo anunció que un representante de la compañía reconoció que "en el peor de los escenarios, quizá no sea posible devolver a los clientes el dinero robado".
No es la primera vez que sucede algo así, justamente en 2014, el país asiático, fue escenario del escándalo de Mt. Gox, en ese momento la mayor casa de cambio de la criptomoneda, que quebró tras la desaparición de cientos de millones de euros en bitcoins.