Definitivamente, Samsung ha conseguido acaparar todas las miradas en la primera jornada del Mobile World Congress con su nuevo Galaxy S9 y S9+. Si bien porqué por su parte presentan un producto digno de merecer dicho protagonismo, también por las novedades lanzadas por sus competidores, mucho más descafeinadas que en otras ediciones.
Durante 2018 se tomaron más de 1,2 billones de fotografías desde dispositivos móviles y se compartieron casi 5.000 millones de emojis al día. Con esta premisa, la compañía Samsung ha presentado su nueva apuesta con el objetivo puesto en la cámara y la nueva forma que tienen los usuarios de comunicarse.
El nuevo Galaxy S9 no se diferencia en cuanto a diseño de su predecesor el S8, ya que sigue con ese estilo tan característico y cuidado de la compañía surcoreana con pantalla infinita hasta por los laterales redondeados. Sí incluye reconocimiento de iris para el desbloqueo. Su precio asciende a 849 y 949 euros para el S9 y el S9+ respectivamente.
Incorpora pantallas de 5,8 y 6,2 pulgadas para el modelo S9 y el S9+ respectivamente, ambas con paneles OLED curvos en sus laterales. Incluye altavoces frontales con certificación de AKG con Dolby Atmos. El S9 cuenta con 4 GB de RAM y versiones de 64, 128 y 256 GB de memoria, aunque ampliables hasta los 400GB con tarjetas SD. El S9+ solo cambia en el rendimiento llegando a los 6 GB de RAM.