La compañía fabricante de procesadores Intel ha descubierto la presencia de una nueva vulnerabilidad en sus procesadores conocida con el nombre de Variant 4. Para solucionar la vulnerabilidad la compañía ha distribuido parches que ralentizan entre un 2% y un 8% el procesador. El allazgo ha sido en colaboración con los expertos en ciberseguridad de Google Project Zero y el centro de seguridad de Microsoft.
La compañía ha confirmado la presencia de dicha vulnerabilidad en los procesadores a través de las pruebas basadas en el entorno de lenguaje, aunque ha asegurado la no detección de "ningún informe sobre el uso de este método en exploits en el mundo real".
Por este motivo Intel ha distribuido un parche de seguridad en fase beta publicado el pasado lunes para los fabricantes de procesadores, que también soluciona los problemas relacionados con la tercera variante de Spectre detectada en enero pasado. Intel confía que los fabricantes implanten el nuevo parche de seguridad "en las próximas semanas".
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