La industria discográfica de Dinamarca recurre a una algo sorprendente estrategia en su lucha contra la piratería de música: La idea es enviar directamente a los usuarios de Kazaa en ese país facturas que oscilan entre los 1.300 y los 13.000 dólares. Los usuarios que no paguen serán llevados a los tribunales.
Según informaciones recibidas, 150 usuarios de los servicios de intercambio Kazaa y eDonkey en Dinamarca recibirán por correo, dentro de pocos días abultadas facturas, en cuyo detalle señalan “compensación por descarga ilegal de música de Internet”.
Las facturas las extienden a nombre de una entidad identificada como APG (Grupo antipiratería), dependiente de la industria danesa del entretenimiento.
Ellos aseguran haber localizado las IP’s y domicilios de los usuarios de parte de los proveedores de conexión a Internet. Por otro lado, aseguran tener capturas de pantallas con las estructuras de carpetas y archivos ilegales compartidos por los usuarios. La organización se ratifica en la posición de reclamar tales pagos, a título de compensación por pérdidas inflingidas y advierte que se querellarán contra los usuarios que no paguen.