Uno de los operadores telefónicos estadounidense ha debido instalar un cortafuegos para su red GPRS, como resultado de numerosas quejas de clientes afectados por incursiones de hackers.
T-Mobile ha reconocido que aproximadamente 100 de sus clientes estadounidenses han sido blanco de ataques de hackers mediante la red GPRS. Este tipo de redes establecen un sistema de conexión permanente a Internet mediante una dirección IP fija, lo que aumenta considerablemente el riesgo de intrusiones. Se ha considerado que la mejor protección para el usuario puede ser instalar el mismo software de seguridad que se usa en el PC con conexión ADSL, a pesar de ser más complicado proteger un PC de bolsillo o un teléfono inteligente.
Según declaraciones de Neil Barrett, GPRS es un sistema que siempre está conectado. Así, la dirección IP del usuario es distribuida, en menor o mayor grado, a toda la red.