La mayoría de fabricantes de dispositivos móviles han incorporado sistemas biométricos con el objetivo de mejorar su seguridad y con ello proteger los datos de los usuarios. También es conocido que a veces presentan debilidades. Hay sistemas de reconocimiento facial que se pueden saltar fácilmente, como le pasa a los nuevos Pixel 4 cuya pantalla puede desbloquearse incluso cuando estás durmiendo.
Seis meses después de que Samsung sacara al mercado su nuevo y flamante Galaxy S10, la compañía ha reconocido tener un fallo en el sistema de huellas dactilares que puede hacer que cualquiera acceda a este móvil suplantando la identidad del usuario.
La compañía está trabajando en una actualización de urgencia para solucionar el problema, pero no han trascendido los plazos de publicación. El fallo fue descubierto después de que un usuario residente en Reino Unido denunciara la situación en un medio de comunicación británico, el The Sun, en donde aseguraba haber comprobado que otra persona podía desbloquear su dispositivo tan solo utilizando un protector de pantalla de bajo coste para engañar al sistema de seguridad. Tal y como declaró dicho usuario, "esto significa que cualquiera que ponga sus manos en mi teléfono puede acceder a él y utilizar en pocos segundos aplicaciones bancarias para transferir dinero".
Son ya bastantes los servicios digitales que emplean la huella dactilar para autorizar pagos y muchos de ellos ya han instado a los usuarios de este dispositivo que, de momento, den prioridad a otras medidas de seguridad como contraseñas.