
El partido comunista chino ha ordenado retirar en tres años todos los dispositivos informáticos y software extranjero de las oficinas gubernamentales e instituciones públicas de este país. La decisión supondrá un varapalo para las compañías multinacionales estadounidenses como Dell, HP o Microsoft y China trasladará el conflicto comercial que actualmente libran ambos países al ámbito tecnológico.
A principios de año veíamos como la administración del presidente Trump, vetaba los negocios entre firmas de su país y la compañía china de telecomunicaciones Huawei. Poco después, multinacionales como Google o Intel anunciaban que congelarían su cooperación con esta misma compañía.
China deberá de reemplazar entre 20 y 30 millones de dispositivos de hardware procedentes de países extranjeros y comenzará a principios de 2020. Se pronostica que durante 2020 llevarán a cabo el 20% de las sustituciones, un 50% en 2021 y otro 20% en 2022.