La semana pasada, Google anunciaba que había conseguido finalmente completar la compra de FitBit, la compañía de tecnología dedicada a la fabricación de relojes inteligentes, entre muchos otros productos. Fitbit ha conseguido vender más de 120 millones de dispositivos en más de 100 países.
El acuerdo, que se alcanzó en 2020, asciende a los casi 1.900 millones de euros. Su consecución fue interrumpida debido a la investigación que estaba desarrollando la CE con el fin de comprobar cuál iba a ser el tratamiento exacto que el buscador tenía pensado darle a los datos de salud de los usuarios de la marca de "Wearables". Según han podido asegurar y prometer ambas compañías, dichos datos no se emplearan para la elaboración de anuncios.
James Park, director ejecutivo de Fitbit, ha afirmado que "Google seguirá protegiendo la privacidad de los usuarios de Fitbit y ha asumido una serie de compromisos vinculantes con agencias reguladoras a nivel global, confirmando que los datos de salud y bienestar de los usuarios de Fitbit no se utilizarán para los anuncios de Google y que estos datos se mantendrán separados de los demás datos publicitarios de Google".
El vicepresidente de Google Rick Osterloh, ha reafirmado a través de un comunicado que el buscador no está interesado en los datos de los usuarios de Fitbit, sino en sus dispositivos. Además, se ha reafirmado en que "Este trato siempre ha sido sobre dispositivos, no sobre datos, y hemos tenido claro desde el principio que protegeremos la privacidad de los usuarios de Fitbit. Trabajamos con reguladores globales en un enfoque que salvaguarda las expectativas de privacidad de los consumidores, incluidos una serie de compromisos vinculantes que confirman que los datos de salud y bienestar de los usuarios de Fitbit no se utilizarán para anuncios de Google y estos datos se separarán de otros datos de anuncios de Google".
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