Uno de los principales problemas con los que se encontraba el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, era la lentitud en el cálculo de trayectorias de artillería o balísticas. Los conocidos computers, eran calculadoras humanas que realizaban miles de operaciones matemáticas para realizar dichos cálculos durante semanas y meses. Pero en 1943, el gobierno estadounidense lanzaba un concurso obviamente reservado con el objetivo de sustituir a estas personas por máquinas. Comenzaba el proyecto ENIAC, el desarrollo del primer ordenador puramente electrónico de la historia, así como la primera computadora vista por la sociedad.
Justamente ayer se cumplían 75 años desde que dicho computadora fuera presentada en sociedad. Aquel 14 de febrero de 1946 abandonaba el oscurantismo de los cálculos militares para hacerse hueco en el mundo civil. Fue más por necesidad que por voluntad propia, ya que con el final de la Segunda Guerra Mundial, la financiación cayó en picado y los padres del cumputador John Eckert y John William Mauchly veían que el final de su invento llegaba a su fin. Creyeron que la solución estaba en las relaciones públicas.
El computador ENIAC revolucionó la informática en los cuarenta ya que desarrollaron la primera máquina completamente electrónica. Todo el proceso de computación, que operaba unas 500 sumas y 300 multiplicaciones por segundo, surgía en las cerca de 18.000 válvulas electrónicas que lo integraban. El aparato conseguía en 20 minutos los mismos resultados que un humano los conseguía en tres días.
Tanta era la demanda de electricidad, que se echó la culpa a ENIAC de los repetidos apagones que sufrió aquellos años Filadelfia, ciudad en la que estaba instalado. Se trataba de un monstruo de 170 metros cuadrados y tenía un peso de 27 toneladas. ENIAC estuvo operativo durante casi diez años y el 2 de octubre de 1955 a las 23:45 decidieron apagarlo definitivamente, poniendo fin a uno de los dispositivos pioneros en el desarrollo de la informática.
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