Fugaku, el superordenador japonés reconocido como el más rápido del mundo, ha empezado a operar a pleno rendimiento este martes. Ha sido desarrollada de forma conjunta por el instituto científico estatal Riken y por la compañía tecnológica Fujitsu. Desde ya, Fugaku emplea la totalidad de la capacidad de sus 415,5 petaflops, que le permiten completar 442.000 billones de operaciones por segundo.
Su potencia se destinará a grandes investigaciones medioambientales, sociales o médicas, entre muchas otras áreas, ya que sus características son muy diferentes a los ordenadores que solemos tener en nuestras casas.
El pasado mes de abril ya fue activado de forma parcial para empezar a buscar potenciales medicamentos con los que parar la pandemia del Coronavirus. El responsable del proyecto ha explicado a los medios locales que "Espero que Fugaku sea capaz de llegar adonde su predecesor K no pudo, incluyendo aplicaciones de inteligencia artificial y análisis de datos".
En junio, Fugaku fue reconocido como el ordenador más rápido del mundo al desbancar al líder hasta la fecha, Summit, instalado en el Laboratorio Nacional Oak Ridge en Tenesse por IBM.
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