Los videojuegos se han convertido durante la pandemia de 2020 en un negocio muy rentable para las tecnológicas, pero no todas ellas están dispuestas a invertir en una consola para jugar. Compañías como Google, Amazon o Microsoft están invirtiendo mucho dinero en el desarrollo de plataformas para jugar por streaming sin consolas, ordenadores o teléfonos inteligentes.
No es de extrañar entonces que plataformas como Netflix quieran apuntarse al carro y por ello ha construido una división dedicada a los videojuegos y también ha hecho varios fichajes estratégicos para nutrirla. Por la fecha no se ha confirmado ningún título, pero todo apunta que la plataforma tendrá tanto producción propia basada en sus series y películas originales, como videojuegos desarrollados por terceros y que estarán disponibles en su servicio. Sería un diseño similar al que utiliza para sus series y películas.
Con una suma que supera los 200 millones de usuarios suscritos, Netflix sabe del potencial que supone su entrada en la industria de los videojuegos. Las primeras noticias al respecto apuntan a que el objetivo de Netflix es algo más parecido a lo que es Apple Arcade, una selección de juegos sencillos para teléfonos inteligentes.
La entrada de Netflix en el mundo del videojuego no sorprende ya que en el pasado los grandes ejecutivos de la compañía destacaron que títulos populares como Fornite son sus grandes rivales, por delante de Disney o HBO, dado que son los que más horas de tiempo roban a sus potenciales consumidores.
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