El chico, cuyo nombre no se publicó a causa de su edad, presuntamente entró en el sistema del Laboratorio de Motores de Propulsión, en Pasadena, del Centro de Vuelo Espacial Godderd, en Greenbeit. También se le acusó de entrar en un sistema del Departamento de Energía estadounidense, el de los Laboratorios Nacionales Sandia en Alburquerque.
Los encargados de investigar tal incursión afirmaron que el joven había entrado repetidas veces en las webs de la NASA, por lo que le tramitaron la denuncia correspondiente.
En estados unidos el incurrir en sistemas informáticos está penado con hasta cinco años de prisión.