Aproximadamente 1.500 empresas norteamericanas han recibido a lo largo de la pasada semana notificaciones de SCO Group, en las que se advierte que Linux está basado en código que es propiedad de SCO, y por consiguiente, el uso de este software sin licencia por parte su parte conlleva una responsabilidad legal.
Ante esta situación, Novell ha contestado a SCO rebatiendo sus pretensiones sobre la propiedad de Linux, principalmente en dos puntos: Las patentes y derechos que menciona SCO son propiedad de Novell; SCO no puede presentar pruebas para desmotrar que el código de Linux es una copia de Unix.
Además, Novell refresca la memoria a SCO, recordando que en 1995 vendió a SCO su variente de Unix: Caldera. Pero aunque vendiese Caldera, Novell sigue conservando sus derechos de propiedad intelectual y sus patentes. De esta forma, Nivell afirma que SCO es propietario de una licencia para vender y desarrollar el sistema, pero que las patentes estan registradas a nombre de Nivell.
Ante todo esto, SCO no ha hecho declaraciones, únicamente se ha limitado a reiterar que Linux es un derivado no autorizado de Unix.