La iniciativa, pretende abrir una nueva línea de negocio reduciendo al mismo tiempo, costes de producción y distribución tras los fracasos intentos de fusión con la compañía alemana Bertelsmann Music Group y con Warner Music, de AOL Time Warner.
La firma es consciente de que hay que buscar nuevas fórmulas para reducir los costes en un sector en el que las fusiones han quedado descartadas por vulnerar la libre competencia, según las máximas autoridades gubernamentales a un lado y otro del Atlántico.
Con referencia los precios por este servicio, es uno de los temas que todavía debaten EMI y Roxio.
Con todos estos servicios, nos adentramos al consumismo cibernauta y estamos consiguiendo perder el punto de referencia que nos motivaba y nos identificaba. Quedan atrás los discos de vinilo, los CD’s y en un futuro no muy lejano escucharemos música virtual, sin que por ello podamos presumir de discoteca privada ni de maravillas inéditas como son los propios títulos en formato tangible.
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