El estudio aconseja a los químicos del FBI a renunciar a la práctica denominada encadenamiento informativo que ellos han usado en el pasado para vincular las balas con ciertos crímenes. Los científicos pueden llegar a la conclusión mediante algoritmos preprogramadors de que si el contenido de plomo de la bala A se corresponde con el de la bala B, y el contenido de la bala B se corresponde con el de la C, entonces se puede afirmar que la bala A se corresponde con la bala C aunque los resultados de sus pruebas no concuerden de forma idéntica. El FBI puede hacer corresponder dos balas diferentes si puede encontrar una tercera que corresponda con las dos.
Charles Peters, un testigo experto del FBI en casos que implican comparación del plomo de balas distintas, testificó recientemente que el encadenamiento informativo era importante para la identificación de las balas.
Junto con el ejemplo anteriormente explicado, son varias las prácticas mediante algoritmos informáticos que los integrantes de la Academia Nacional de Ciencias ponen en duda. Este estudio se hará público en las próximas semanas para que cualquier individuo pueda consultarlas.