Una vez conocida la presencia de código robado, Microsoft se ha puesto en marcha y ha contratado los servicios de la firma BayTSP para rastrear las redes habitualmente utilizadas para distribuir software protegido por derecho de autor y bloquear así su distribución. La empresa BayTSP rastrea las redes P2P y cuando ha localizado que un usuario tiene en su máquina una copia y que esta está visible a través de esté software, la compañía se pone en contacto con el proveedor para solicitar la identificación de éste y poder actuar sobre él.
Una vez localizado el usuario se ponen en contacto con el y le exigen poner fin a la distribución de dicho código, destruir la copia que disponen e informar porqué medios han obtenido la copia de dicho código. En el caso de que el usuario no colabore, la empresa amenaza con actuar legalmente. Las cartas enviadas a los usuarios codificados son enviadas bajo el nombre de Microsoft aunque es BayTSR quien físicamente remite el correo.