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Dichos individuos, cuyas identidades no ha sido facilitadas, registraron una serie de páginas promocionales en Internet, que a su vez eran redireccionadas a una página matriz llamada Zona de musica.com, cuya titularidad ostenta la citada empresa, en la que se utilizaban diversas herramientas para ofrecer y poner a disposición de los usuarios de Internet contenidos fonográficos. Los detenidos no contaban con el consentimiento de los titulares de los derechos de propiedad intelectual objeto de infracción, según las mismas fuentes, que apuntaron además que a los usuarios que intentaban acceder a dichos contenidos en la red, a la hora de descargar los mismos, se les redirigía mediante un dialer a una conexión a un teléfono 806, tarifando cantidades monetarias muy importantes.
En la mayoría de las ocasiones, los usuarios de las páginas de descargas no eran conscientes de la tarificación que acarreaban hasta el momento en que recibían la factura telefónica en sus domicilios, entre otras cosas porque en la página habían colocado como reclamo la palabra "gratis" (www.gratismusica.com, damemsuica-gratis.com ó solo-gratis.com). Estos servía de invitación sobretodo para los profanos en la Red para descargar contenidos aparentemente sin coste adicional alguno.
La empresa había sido creada hacía poco más de un año por tres jóvenes, algunos de los cuales son asimismo titulares de otras empresas utilizadas para facturar diversas cantidades a la Sociedad investigada.
En diferentes puntos de España, Madrid, Granada, A Coruña, Tenerife, habían recibido denuncias por estafa contra titulares de la línea telefónica de tarificación adicional, cuya titularidad corresponde a la empresa objeto de registro. La importancia de la actuación no viene dada sólo por el valor defraudado, sino también y especialmente por el perjuicio patrimonial evitado, ya que si la actividad de la citada empresa se hubiera prolongado en el tiempo la explotación de las misma no sólo hubiera perjudicado los intereses de los titulares de los derechos de propiedad intelectual, sino también de los internautas.
Esta actuación ha sido altamente valorada por la Sociedad General de Autores y Editores, de la que partió la información que ha hecho posible el inicio de las investigaciones, al estimar que estas nuevas formas de piratería ocasionan mayores perjuicios incluso que la piratería física, según las mismas fuentes.