Según medios financieros, ello revela que el tramo institucional de esta colocación todavía no está cubierto, pese a las expectativas que generó en un principio esta salida a Bolsa, la primera importante desde que estalló la burbuja tecnológica. En los últimos días, los analistas y los inversores institucionales han mostrado sus quejas por el alto precio que se ha asignado a las acciones de Google, entre 108 y 135 dólares por título, muy por encima de lo que considera el mercado.
La posible decisión de demorar el inicio de la colocación se produce después de que la empresa reconociera que emitió y entregó un paquete de acciones a los empleados sin realizar la oportuna comunicación a la Administración.
Esta circunstancia, sin embargo, no parece ser el motivo del retraso en la salida a Bolsa, que responde más bien a la coyuntura bursátil y a la evolución de la colocación entre inversores institucionales, según han comunicado a algunos medios fuentes de la empresa.
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